Tras hacer review a todas las películas originales, su remake, y las dos temporadas anteriores, es el momento de volver a hablar del que, hasta esta temporada, ha sido el muñeco asesino favorito de mucha gente. En Octubre del año 2023 nos llegó la tercera temporada de Chucky, una temporada que se dividió en dos partes debido a que la huelga de actores y guionistas impidió que se pudiera rodar completa. Así que vimos 4 capítulos en ese mes, y los otros 4, los finales, en Abril de este 2024. ¿Ha merecido la pena esta temporada? Como fan del personaje desde los 7 años, siento que decir que no, además, este que aquí escribe, lo hace desde la decepción de ver lo que uno de sus creadores ha hecho con el personaje. Entremos en materia.
Si la segunda temporada ya resultó un bajón importante en el tono oscuro eliminado, el terror, el aumento de humor y chistes tontos y las audiencias bajas, esta temporada ha terminado por hundir el poco interés de los fans por esta saga, debido a que todo lo dicho antes es aún peor en esta, y ojo, esto no lo digo yo solo, gran parte del fandom clásico, el de siempre, no quiere seguir viendo nada relacionado con Chucky por el gran cambio entre esta serie y las películas, serie que parece más destinada a aquellos niños de TikTok que hacen viral cualquier tontería, que a los fans de toda la vida que han dado de comer durante 30 y tantos años a todos los involucrados en esta saga, y que, seamos sinceros, sin nosotros, no habría llegado a donde está y en las audiencias se nota el cansancio de la gente por esta etapa del personaje.
Al igual que en la novela «El Fantasma de la Opera (1910)» donde Erik que oculta su deforme cara. Chucky oculta sus daños físicos por vejez con una máscara similar.
La premisa inicial que ocultaba la trama central ya de por sí era bastante tonta. ¿Chucky en la Casa Blanca? ¿Qué pinta ahí? ¿Para qué? A los creadores les pareció algo superoriginal y divertido, pero…no, no lo es. Sobre todo por su desarrollo tan desastroso y por el motivo por el cual ubican a Chucky en ese lugar: HACER UN CHISTE. Y es que desde la temporada 2, la serie no tiene una trama sólida con alguna referencia o chiste aislado, sino al revés, son las referencias y sobre todo en esta temporada los chistes, los que conforman la trama, y, por tanto, así, no puede salir nada bueno. En los dos primeros capitulos vemos a Chucky matar por la casa blanca sin ningún contexto o explicación, algo que nos darán en el 3, capitulo flashback que continúa el final de la temporada 2, y que nos explica por que Chucky esta en la casa «más protegida» del mundo.
Y pongo eso entre comillas porque todo lo que ocurre allí dentro carece de sentido. El muñeco deja huellas por todos sitios, hay una investigación abierta tras los asesinatos y jamás encuentran nada. Recordemos que en Bride por una sola huella de mechero supieron quién estaba asesinando. Por otro lado, se supone que la Casa Blanca está llena de cámaras, ya que deben proteger al presidente. En la serie, esta casa no tiene absolutamente ninguna cámara que capte al muñeco moverse o matando, todo el guion es a favor de Chucky, creando bastante huecos y errores difíciles de dejar pasar. Incluso hay una escena donde radiografían a Chucky descubriendo que el muñeco tiene huesos reales, y lo dejan pasar con la frase “cada vez los hacen más reales”. No solo eso, si no que en la segunda parte de la temporada, ven natural que el muñeco se haga viejo, no le dan importancia, y no tienen en cuenta lo que dice su hijo Henry (Callum Vinson) de que «Joseph está enfermo». Joseph (Griffin Wurster) por cierto, es el tercer hijo de los Collins, que falleció y que Chucky aprovechó para poder meterse dentro de la casa y manipular a Henry. Él aparecerá como fantasma, jugando con la dualidad del disfraz de Chucky en el cuarto episodio, y no queda mal.
Los 4 primeros capítulos nos ponen en situación de la trama principal y preparan el terreno para los 4 siguientes capítulos. Chucky (Brad Dourif) se hace viejo, está muriendo, Damballa le ha abandonado por el exorcismo y bautismo que recibió en la temporada anterior, y debe demostrarle a Damballa que le es fiel, realizando varios sacrificios en el lugar más maligno del mundo. Damballa, por cierto, no era malvado en la primera película, sus conjuros se usaban para cosas buenas y es por lo que John (Ray Oliver) se cabrea con Chucky, por pervertir y usar todo lo que le enseñó para el mal, aquí…es un ser maligno. Toda esa trama es para una referencia y un chiste. Referencia a Amityville, la mítica casa maldita donde ocurrió una masacre y de la cual hay múltiples películas, y el chiste, a que la Casa Blanca es el peor lugar del mundo por las malas decisiones que en ella se han tomado. Todo esto unido a un juicio realizado a Tiff (Jennifer Tilly) por los asesinatos cometidos en entregas anteriores, su entrada en la cárcel y como planea su escape, mientras el trío protagonista avanza en sus tramas amorosas, Devon (Björgvin Arnarson) y Jake (Zackary Arthur) intentan consumar su amor, con una escena que da bastante cringe cuando les hablan de sexo, y múltiples intentos de mantener relaciones íntimas sin éxito, y Lexy (Alyvia Alyn Lind) comienza una relación con altibajos con Grant (Jackson Kelly), el hijo mayor del presidente, mientras busca desesperadamente a su hermana Caroline (Carina Battrick), raptada por Tiffany en la anterior temporada, y que ahora, es aliada y ayudante de Chucky. Esta primera parte, salvo alguna escena vergonzosa como la del doctor, ridiculizando el tema del vudú otra vez, con temas como el cáncer cristiano o la magia cristiana, que han infectado a Chucky y le está matando…no está tan mal, en general, sienta unas bases, y hay muertes más interesantes y trabajadas que en la segunda parte.
En el capitulo 5, se hacen referencia a varios muñecos de otras películas: Brahms de «The Boy (2016)«, Billy de «Dead Silence (2007)» y M3gan.
La segunda… se les va de las manos completamente, mucho humor, errores cronológicos, desperdicio de personajes y momentos que parecían interesantes, desechados. Esta segunda parte indaga en la muerte de Chucky, como sigue intentando salvarse y conseguir el perdón de Damballa, intentando provocar la tercera guerra mundial (trama hecha para otro chiste y venganza personal de Don Mancini), la primera vez de Jake y Devon en medio de todo el caos, Lexy más cerca aún de Grant y siguiendo la busqueda de Caroline, y Tiff intentando salvarse de la inyección letal. Cronológicamente, es un caos, esta segunda parte se ubica un día después del capítulo 4, pero Chucky está ya decrépito, y muy diferente a como estaba en ese capítulo. ¿Cómo ha envejecido tanto en un día? Por otro lado, Tiff comenta que quedan varias semanas para su ejecución, sin embargo, en el capítulo 7 es donde tiene lugar, pero en la casa blanca…no han pasado los días, hay varios capítulos donde todo ocurre en tan solo 1 o 2 días. Don siempre ha dicho que no tiene en cuenta la cronología, pero yo que sé, unos mininos se podría trabajar.
El tema de los fantasmas también es algo que no funciona del todo bien, básicamente porque no es algo habitual dentro de la saga y se sale mucho del concepto de todo, aun así, está mejor llevado que otras cosas en la serie y nos ha dado grandes momentos como poder volver a ver a Brad Dourif interpretar a Chucky, además de ver todas las versiones de él dentro de la serie. También poder ver a Fiona Dourif y Brad trabajando juntos es algo genial, funcionan muy bien. Chucky “muere” físicamente, pero se convierte en un fantasma y debe conseguir el perdón de Damballa derramando litros de sangre sobre la Casa Blanca, algo que consigue hacer, consiguiendo de nuevo su bendición. Lamentablemente, en esta segunda parte se nota mucho relleno salvo en los 2 últimos capítulos, sobre todo el último, que debe cerrar todas las tramas abiertas, y añade nuevas para continuar con una posible cuarta temporada.
Pasemos a rasgos más generales de la temporada, la trama en sí, es quizás la más loca de las 3 temporadas, esto es lo que gusta a los nuevos fans, la saga ya no se toma en serio a sí misma, es consciente de ello y cada temporada intenta ir más al extremo, algo que consigue, eso sí, por el camino sacrifica todo el terror, tensión y tonalidad oscura característica de las 4 primeras películas, «Curse of Chucky (2013)», «Cult of Chucky (2017)» o la primera temporada, todo en pro de más comedia, más locura, y más sangre en según que casos. Quizás es también la temporada con más muertes, sobretodo si tenemos en cuenta la cantidad de asesinatos cometidos en Amityville fuera de cámara, los asesinatos en la fiesta de Halloween, o los que muriesen en ese misil lanzado al Polo Norte, una clara referencia al Santa Claus de «Seed of Chucky (2004)», y al actor que lo interpretó (Jason Flemyng), que criticó duramente la película tras su estreno, y con el que Don tuvo palabras poco amistosas en Twitter hace ya unos años. En general, hay muertes bastante interesantes como la de Evelyn Elliott (Nia Vardalos), que muere en manos de un muñeco vudú usado por Tiff, o Annie Gilpin (Sarah Sherman) con la lámpara de la fiesta de Halloween, aunque reconozco que las muertes sosas de esta temporada ocurren casi todas en la parte 2, algunas por envenenamiento, disparos y poco más.
Todas las versiones de Chucky vistas en la serie desde la primera temporada: El de 10 años (David Kohlsmith), el adolescente (Tyler Barish), el joven (Fiona Dourif), el viejo (Brad Dourif), el Chucky musculoso, el Chucky Pelón y Good Chucky.
En cuanto a los actores… el trío protagonista sigue igual, Lexy sigue siendo el mejor personaje y Alyvia Alyn Lind, la mejor actriz de los tres. Jake ha mejorado, sobre todo en el capítulo 8 cuando tiene que interpretar a Charles Lee Ray, hace mejor de villano que de Final Girl, y Devon… Devon esta, pero si no estuviera, no afectaría, es prescindible. Devon Sawa regresa esta temporada y realiza no uno, ni dos personajes, sino tres, y en todos está genial, aunque me gustó más el segundo. Es el presidente Collins, Randall, el doble del presidente una vez muere este (el mejor), y vuelve a interpretar al padre de Jake en el plano espiritual, una escena de redención entre ambos, que imagino que simboliza el perdón de Don hacia su padre (recordemos que Jake está basado en vivencias de él). Lara Jean Chorostecki, que interpretó a la monja Ruth en la anterior temporada, sobresale como la mujer del presidente Charlotte Collins, sobre todo en la segunda parte de la temporada, sin duda deja unas grandes actuaciones. Henry Collins no cae en ser insoportable como muchos niños y funciona bien. Grant es interesante, aunque depende mucho del personaje de Lexy, si esto continúa, me gustaría ver más de él. Por último, destacar a Warren Pryce (Gil Bellows) un personaje muy odioso cuya muerte deseas desde su primera aparición y uno de los villanos de esta temporada. Traer de vuelta a Annie Briggs, como Rachel Fairchild, la nueva tutora del trío protagonista, para matarla en los primeros capitulos…es un error. Luego, hay personajes como Hicks (Franco Lo Presti) o Timmy (Kaleb Horn) que tenían potencial, pero no obtuvieron mucho desarrollo.
No hay cameos de personajes de las películas que aún no han salido en la serie como prometió Don, aunque bueno, también prometió más flashbacks en la segunda y tercera temporada y no cumplió. Tan solo tenemos el regreso de Andy Barclay (Alex Vincent), en un sueño de Chucky, matándole. Brad Dourif hace una de sus mejores interpretaciones como Charles / Chucky, sobre todo cuando le vemos físicamente, verle interactuar con el mismo está guay, aunque, siendo sincero, me hubiera gustado ver a Damballa de forma diferente, y no como un Good Guy con un portátil con un listado de muertes realizadas. Además, tenemos el regreso de Good Chucky, donde Brad cambia su tono de voz para similar ser más amable, igualmente, la escena demuestra que nunca fue bueno y siempre estuvo fingiendo. Fiona Dourif siempre es maravillosa, lamentablemente, es un personaje muy maltratado, ya no solo por todo lo que le hacen sufrir, sino también por su escasez de tiempo en pantalla. Jennifer Tilly sigue estando igual de pasada de rosca que en la temporada anterior, lejos de la gran Tiffany que vimos en Bride, también tiene menos tiempo en pantalla, pero al menos sus escenas, se disfrutan. Caroline como la aliada de Chucky y la verdadera amiga hasta el final, es interesante, pero me fastidia que se olviden de cosas esenciales en los personajes, cosas que les dan para que diferentes personas puedan empatizar y que con el paso del tiempo se olvidan por completo. Caroline era autista, ahora no. Jake tenía asma, ahora no. Nica padecía del corazón, ahora… efectivamente, no.
Es la primera vez en la serie que vemos al Good Guy darse el lote con Tiff, siempre fue el cicatrizado.
Su final es precipitado, rápido y extraño. Sin contar con la polémica escena sacada de contexto de la que no voy a comentar nada, por que es absurdo, el guion va a favor de Chucky y Tiffany, creando los mismos errores que en la temporada 2. ¿Cómo es posible que Chucky y Tiff sabían que tenían que quedar en la casa de Wendell (John Waters)? ¿Cómo cuadraron los tiempos para que Chucky reviva y Tiff escape de la cárcel, al mismo tiempo? Chucky ni siquiera sabía si podría volver al mundo de los vivos, la idea fue del Chucky joven al ver que Damballa les había perdonado en el último capítulo, es quien le dice que, aprovechando que Jake está dormido en el mundo real, le posea, ni siquiera sabían que Jake le iba a ir a buscar al mundo espiritual, era imposible que estuviera todo preparado para que Chucky pasase a Jake y de Jake a un muñeco nuevo. La sesión de espiritismo, Chucky tampoco podía saber que eso iba a ocurrir. Es todo muy inconsistente, muy “lo hizo un mago” y hecho a favor del villano. Carece de todo sentido porque jamás podrían saber el devenir de los hechos, salvo que ahora tenga poderes para ver el futuro. Todas las situaciones que ocurren, le vienen bien.
Además, como dije, es muy precipitado. Tras el reencuentro entre Tiff y Chucky tras una temporada completa sin verse, este echa de menos de la nada a su hije GG (Lachlan Watson / Billy Boyd (voz)), a quien quería matar y de repente no. Ambos deciden volver a ser una familia, cuando unos capítulos anteriores se odiaban, y terminan juntos en cuerpos de muñecos. Claramente, nos muestran esta relación tóxica que siempre han tenido, pero considero que podrían haber utilizado capítulos anteriores para mostrar cierto acercamiento, y no tal y como se ha realizado, todo el capitulo 8 es muy rápido en cerrar tramas.
La música de Joseph LoDuca sigue siendo uno de los grandes puntos fuertes de la serie, así como los animatronicos en la cara de Chucky y el diseño del Chucky viejo, que es de lo mejor de la temporada. Por desgracia, los movimientos de su cuerpo en algunos momentos quedaban muy extraños, las pantallas verdes y los efectos especiales esta temporada han sido bastante peores, sobre todo en el último capítulo, que en algún punto daban vergüenza, como en los títeres del final. El diseño de la muñeca Tiff, deja bastante que desear.
NOTA: ★★½ (5/10)