El amor que los fanáticos del cine de terror sienten —sentimos— por los personajes, los villanos, las scream queens, las realidades en donde lo más abominable, sobrenatural, increíble, gore y aterrador puede suceder, se da, con el perdón de todos, únicamente en el seno del género.

Seres y criaturas legendarias como Freddy Krueger, Michael Myers, Ghostface, Leatherface, Hannibal, Pinhead, Pennywise, Chucky, por mencionar algunos, pertenecen ya al imaginario colectivo y a nuestros recuerdos de infancia, donde a lo único que había que temer era a la oscuridad.

Jason Voorhees pertenece también, sin duda, a este selecto grupo de infames killers del inframundo, con un universo de 12 filmes oficiales que abarca desde 1980 hasta 2009, con la última entrega a la fecha ‘Friday the 13th’, dirigida por Marcus Nispel. 

Sin embargo, este mítico universo no se ha visto limitado por lo que dictan únicamente las grandes productoras, y Vincente DiSanti da cátedra de lo que el amor, respeto y admiración por el género es capaz de crear, a través de sus fanfictions, inspiradas en el pequeño ahogado en el campamento Crystal Lake.

DiSanti —creador de su productora WOMP STOMP FILMS, especializada en este género—, es la mente detrás de ‘Never Hike Alone’ (2017), ‘Never Hike Alone 2’ (2023) —al igual que de algunos cortometrajes dentro de la misma saga—, filmes que reviven a Voorhees a través de ponernos en las botas de un senderista que se dedica a hacer videos para su grupo de seguidores mientras acampa y explora a solas en el bosque, mientras es acechado sin que lo sepa por una extraña presencia, hasta que, sin buscarlo, nuestro protagonista se topa con el ruinoso campamento Crystal Lake. Esto en la primera entrega. 

En la segunda —en mi opinión, el culmen del trabajo de DiSanti, que retoma la historia donde se quedó—, seguimos expectantes ante el asesino de la máscara de hockey tuneada. Ahora con más personajes con intrincadas historias personales, un hospital que se presta para las escenas gore más brutales, y el temor, siempre latente, de ser destripados por la fuerza de este despiadado asesino.

Si bien, estos trabajos pueden ser considerados por muchos como simples homenajes y no como productos cánon de los universos que abordan, lo cierto es que los fanfictions no siguen las reglas establecidas por las grandes casas productoras, como mencioné antes, lo que las vuelve más arriesgadas y en muchos casos, más apegadas a lo que lo fans en realidad buscan o quieren para sus personajes. Más cuando se realizan con la solemnidad y cariño que merecen. 

Y los fans aprueban estos filmes, tanto así que ambos son fruto de campañas de fondeo a través de plataformas de internet, superando incluso la cantidad base solicitada.

Más fanfictions existen, claro. Aquí unos ejemplos: ‘No More Souls: One Last Slice of Sensation’ (2004), cortometraje inspirado en la franquicia de Hellraiser y dirigido por Gary J. Tunnicliffe —quien en 2018 dirigió una entrega oficial de la saga, ‘Hellraiser: Judgment’; ‘Krueger: Tales from Elm Street’ (2017), de Chris R. Notarile, corto que busca ahondar en la historia de origen de Freddy Krueger; ‘Michael Myers: Absolute Evil’ (2016), de Rick Gawel, largometraje en forma de mockumentary que trata los eventos de las películas como hechos reales, con entrevistas a los sobrevivientes, así como a investigadores del caso.

Sin duda, los apasionados al cine de terror valoramos y apreciamos siempre cuando se honra la esencia de nuestros queridos mundos sobrenaturales. ‘Never Hike Alone 2’, del gran Vincente DiSanti, puso la vara muy alta para estas producciones que son un remanso al corazón y al gusto sangriento de los seguidores del género de hueso colorado.