Russell Crowe vuelve a enfrentarse al demonio, pero esta vez desde otra posición (o no). Su personaje Anthony Miller es un actor contratado para hacer una película de exorcismos, película que tienes vibes del Exorcista como si de un remake se tratara y…sí, lo es. En el guión y la dirección tenemos a Joshua John Miller, hijo de Jason Miller, el actor que interpretó al padre Damien Karras en El exorcista (1973) y El exorcista III (1990), es por eso, que la película que ruedan en este film es un remake de aquella fantástica película del 73, eso si, todo más cutre. El trabajo de Joshua es más como actor, pero entre su trabajo de guionista encontramos películas como The Final Girls (2015), Dawn (2015) y The Mao Game (1999). Es su segundo trabajo como director tras The Mao Game y se nota, no lo tildaremos de malo, pero si es una dirección bastante lineal y con poca sustancia, con pocos planos importantes que pueden favorecer el clímax de la película.
Este film en sí es flojo, es bastante lento porque nos muestra la evolución del personaje de Anthony, que en este caso, como se ve en el trailer, es el poseído y por tanto tenemos que ver todas las fases por las que debe pasar hasta su posesión completa. Por suerte no cae en el aburrimiento y ver a Crowe siempre suma, pero es cierto que a veces se pierde en el drama personal de este personaje y su hija Lee Miller (Ryan Simpkins) para jugar sin acierto con si Anthony ha recaído en sus vicios u es otra cosa.
Su título provisional era «The Georgetown Project» (su título también en Francia y título de la película dentro de la película), y en España se tituló «El Exorcismo de Georgetown». Los hechos de El exorcista (1973), en los que se basa esta película, sucedieron en Georgetown, Washington DC.
Además, son los típicos personajes traumados, con pasados turbios de los que se arrepienten constantemente, y durante toda la película nos lo están recordando. Tenemos de fondo, como muy secundario, a Sam Worthington que interpreta a Joe otro actor que está en la película y que, ciertamente, no sirve de mucho. El foco se centra en Anthony, su hija y sus problemas, y se agradece que no se vayan más por las ramas. Adam Goldberg hace un personaje odioso, no, lo siguiente, se llama Peter, es el director de la película que están haciendo, y de verdad, deseas su muerte nada más aparecer, algo que no vemos. Además, con todo lo que hace o dice a Anthony es el personaje que le vuelve vulnerable hacía la posesión.
La película carece de screamers, algo que se agradece, hay alguno aislado, pero no abusan para nada de ellos. Hay intentos de crear momentos de tensión, las típicas escenas con poca música, poca luz y en la que esperas que al final aparezca algo. No funcionan para mí, no me crearon tensión solo ganas de ver que se aparecía, si has visto pocas de este género si te funcionarán. Crowe endemoniado está bien, aunque no se sabe por qué es el elegido por este demonio, no hay un motivo claro, y es como bueno, se ha poseído porque sí, llama la atención que otros sean asesinados, pero a él lo necesite. También tenemos una escena de exorcismo, aunque se me queda algo corta y light, y el pasado de Anthony también se tiene en cuenta en el film, pero tampoco es que aporte mucho al tema de la posesión, simplemente jugar con la fe del personaje, algo visto también en más películas de este estilo.
Reúne a Russell Crowe con Adam Goldberg tras Una mente maravillosa (2001), 18 años después (teniendo en cuenta cuándo se rodó, no cuándo se estrenó).
En general la película no llega aburrir, pero es muy inferior a The Pope’s Exorcist (2023) anterior película donde Crowe se enfrenta a la posesión, aunque no tienen nada que ver una con la otra. Si no tienes nada más que ver adelante, pero hay muchas mejores opciones. Si te gusta Crowe, es lo mejor de film. La composición músical de Danny Bensi y Saunder Jurriaans es bastante básica y poco imponente. Imagino que Joshua quería rendir homenaje a su padre de alguna forma, de hecho el apellido de los personajes principales es Miller, como el suyo y el de su padre, pero…es una película fallida.
NOTA: ★★½ (5/10)