En 1993, conocimos al Leprechaun, en una película con su mismo nombre, y desde entonces siempre ha rondado en nuestras cabezas. Warwick Davis interpretaba a este villano en esta, y en 5 secuelas más. Warwick, hace un personaje perfecto, pero, ¿de qué va la historia de la película? Dan O’Grady vuelve de Irlanda con una bolsa de oro y le explica a su mujer que se la ha robado a un duende. Ella no se lo cree, pero al abrir una de las maletas, sale de ella el duende y la tira por las escaleras. El duende es capaz de imitar las voces de otras personas, pero O’Grady tiene un trébol de cuatro hojas con el cual puede dominarlo y lo encierra en una caja en el sótano de la casa. Al cabo del tiempo otras personas sin querer desatan de su cárcel al maldito duende ansioso de venganza y de recuperar su deseado oro.
Leprechaun fue estrenada el 8 de enero de 1993 en más de 620 salas de cine en los Estados Unidos, recaudando unos $ 2.493.020 en su primera semana, ganando finalmente $ 8 556 940 solo en ese país con un presupuesto de $ 900 000. Todo un éxito en recaudación.
Ya de por sí, la premisa es interesante, como pasa en muchas películas de terror de la época, fue la primera película de una actriz que con el tiempo se hizo enormemente popular. Hablamos de Jennifer Aniston que interpreta al personaje principal Tory Reding y que, un año más tarde, ganaría fama gracias a la serie Friends (1994). El duende es un equilibrio perfecto entre maldad y humor, un humor que en esta entrega es más comedido y que se desataba más conforme avanzaba la saga. Es una película, bueno, y saga, que no hay que tomársela en serio, ya que ni ella misma lo hace. Tiene su dosis de humor, su dosis de terror, las muertes son muy interesantes y se ríe hasta del propio villano. Y es que se nota que en esta primera entrega, había una intención clara de hacer un film serio, más hacía el terror mezclado con algo de comedia gracias al carisma del duende, pero el resultado eran escenas irrisorias involuntariamente, absurdas, en algunos casos, se dieron cuenta de esto, y por eso sus secuelas son mucho más locas.
Igualmente, esta es una película muy disfrutable en muchos aspectos, Warwick es el perfecto Leprechaun, Aniston está correcta, pero es cierto que el resto del elenco, deja bastante que desear, aunque es destacable el personaje de Ozzie (Mark Holton) al que veremos más adelante en una secuela directa de esta entrega, personaje muy entrañable al que se le coge mucho cariño pronto. El maquillaje y caracterización del duende, así como algunos efectos especiales son muy resultones y eficaces, teniendo en cuenta que es una producción de serie B y de bajo presupuesto, supieron darle salida a lo que tenían, y en ese aspecto funciona todo muy bien. Leprechaun está obsesionado con su oro y no parará hasta recuperarlo… o eso cree él.
Leprechaun recibió críticas positivas y mixtas tras su lanzamiento siendo catalogada por muchos como una película de terror exageradamente violenta y otros la catalogaron como una película mala; Actualmente el filme es considerado como una película de culto y un clásico de terror y comedia por excelencia.
Quizás con un final algo precipitado y simple para el duende, creo que podrían haber trabajado más la forma de destruir al duende, un ser que nos han mostrado que tiene diferentes dotes y poderes a lo largo de la película, algunos de ellos aumentaran según en que secuela, y es derretido solo porque un trébol de 4 hojas cae en su boca y quemado en un pozo. Supongo que era una forma rápida de terminar la película, pero podría haber tenido algún enfrentamiento más memorable. Aun así, el recorrido hasta ese final es muy entretenido, ameno y disfrutable. A destacar también la banda sonora compuesta por Kevin Kiner, sobre todo su tema principal, que se hizo muy popular y reconocible, y que está muy bien, os lo dejo a continuación:
En definitiva, esta primera entrega nos ofrecía una película con un villano diferente, un duende, un Leprechaun, excelentemente interpretado. Un film muy resultón, divertido, entretenido y un placer culpable que todos deberíamos tener. Película que, en su día no tuvo el éxito merecido en críticas, pero que, con el tiempo, se convirtió en un título de culto y debe verse, sí o sí, alguna vez en la vida.
NOTA: ★★★½ (7/10)