Mil gritos se encontraban en las sábanas donde yacía mi alma.

Fuerza, empuje, contra el peso del cuerpo que me obliga.

El grito de mil mujeres en las sábanas resonaban.

Sangre, grito, excitación hay en la voz que me somete.

El llanto de mil mujeres en mi cara estaban

Muñeca torcida, apretada contra las sábanas, mil cuerpos yacen en mi alma.

La sangre de mil mujeres por mis muslos estaban

Mi alma yace con los mil gritos, «libertad» es lo que gritaban.

Goce, agitación. Boca de mil mujeres que contenía, esclavitud su alma gritaba.

Furia, gemido, golpe contra el cuerpo que somete.

Manos de mil cuerpos. Delicia es lo que su carne deseaba.

Insaciable, insanciable. En las mil lenguas sin fin su saciedad insatisfecha.

Más, más, más su deseo ansiaba

Mi alma yace con los mil gritos, «libertad» es lo que exclamaban.

Por: I.P.B.