Cuando parecía que el personaje quedaba olvidado, regresaba Chucky; ¡y con una novia! Situada en el mismo año en la que ocurren los hechos de la 3 (1998), pero, estrenada 7 años después (1998 también), esta entrega nos presenta a Tiffany Valentine (Jennifer Tilly), la exnovia de Chucky (Brad Dourif) que lleva desde 1988, año en el que Charles transfirió su alma a un Good Guy, buscando a Chucky para volver con él. Bajo esta premisa, Tiff roba los restos que se recuperaron de la muerte anterior en la feria, lo reconstruye, lo revive y pum! La cuarta entrega da comienzo.

Para los adictos al género cabe resaltar que nada más comenzar la película hay homenajes a Freddy, Jason, Michael Myers y la mitica motosierra de Leatherface, el ataque que sufre el insoportable Jefe Kincaid (John Ritter) ofrece una referencia a Pinhead, y la escena final ofrenda al Estoy vivo de Larry Cohen.

Para llevar a cabo este idilio se ha contado con un realizador procedente de Hong Kong, Ronny Yu, director que por cierto, eligieron para hacer Freddy vs Jason tras ver su trabajo en esta película. Pese a todo, los positivos logros de esta entrega hay que repartirlos entre cuatro personas: el propio Ronny Yu, quien, sorprendentemente, no ofrece el estilo sobrecargado y mareante que cabría esperar, sino que desarrolla un lenguaje clásico, basado en las descripciones, jugando hábilmente con la profundidad de campo y la grúa, narrando, en suma, en lugar de amontonando, como es norma; por otro lado, también ofrece un inusitado interés el libreto de Don Mancini, coguionista, junto a John Lafia y Tom Holland, de la primera película, a partir de un argumento propio, y guionista de la segunda y la tercera, auto reflexivo e irónico con su propia creación, convirtiéndola en un simpático gamberro cuya personalidad ofrece muchos más matices, y mayor interés, que la simplona pareja protagonista, llenando el film de elementos y diálogos simpáticos y con chispa.

También cabría reseñar los estupendos efectos especiales de Kevin Yagher, quien consigue el mejor muñeco de las cuatro entregas, proporcionándole una expresividad y movilidad de las cuales hasta ahora carecía, hasta el punto que puede hablarse incluso de interpretación por parte de Chucky; y, por último, la fascinante incorporación de Jennifer Tilly, mucho más interesante en todos los sentidos que su hermana Meg Tilly, con un papel que se incorporó a las antologías del género, pleno de una simpática malignidad.

Nominada a Mejor Película de Terror (Bride of Chucky), Mejor Actriz (Jennifer Tilly) y Mejor Guionista (Don Mancini) en los Premios Saturn de 1998.

Nominado a Mejor Villano (Chucky) en los MTV Movie & TV Awards en 1998.

Ganadora Mejor Actriz (Jennifer Tilly) y Mejores Efectos Especiales (Bride of Chucky) en el Fantafestival en 1998.

Ganador del Premio Especial del Jurado (Ronny Yu) en el Festival de cine Gérardmer en 1998.

Estamos ante una road movie muy resultona, con muertes que empiezan a ser más originales (la muerte de la cama de agua es de las mejores de la saga) y con un humor negro más enfatizado y presente, sin dejar de lado ese terror que había en la trilogía original. La dupla Chucky / Tiffany funciona perfectamente. Eso sí, el canon, crea nuevas reglas que rompen con lo presentado y utilizado desde la trilogía original. Aquí, ya no tiene que transferirse a la primera persona a la que le revele su secreto, sino que existe un amuleto que llevaba al morir en la primera entrega (mentira) y con eso, puede transferirse a quien quiera. Además, empiezan a ridiculizar todo el tema del vudú, con el libro, vudú para torpes.

Por todos es sabido que a Don Mancini, nunca le agrado los cambios que realizó Tom Holland en su guion de la primera entrega respecto al tema vudú, es por eso que siempre que puede, ridiculiza ese tema (sobretodo más adelante en la saga), algo que me parece un error, por que sin el vudú, Chucky no existe. Las reglas de la saga a partir de esta entrega irán variando y complicando más el lore. Imagino que al no tener a Alex Vincent y para no repetir lo visto en las anteriores, inventaron este elemento amuleto para refrescar. Funciona bien, pero contradice todo lo visto antes.

Como ya comenté en la review de la segunda entrega, Graeme Revell vuelve para componer la música de esta entrega, y es maravillosa, pero totalmente diferente a lo que hizo anteriormente.

 

En general, la cuarta entrega revitalizo a Chucky y lo trajo de la mejor forma posible, siendo su influencia directa Bride of Frankenstein (1935) que además es referenciada en la icónica “muerte” de Tiffany en la bañera, que era la muerte original de Tía Maggie (Dinah Manoff) antes de ser cambiada. Buen slasher, con un buen equilibrio entre el horror y el humor y con el mejor diseño de Chucky en su etapa cicatrizada. Su recta final (bueno, y su mitad) propone un futuro en el que vamos a tener a un hijo que, según esta entrega, sería igual de “joputa” que el padre, pero… nada más lejos de la realidad, lamentablemente.

NOTA: ★★★★ (8/10)