‘Amor, Mentiras y Sangre’ (2024) —como también se llama en México—, es el segundo largometraje de la directora inglesa Rose Glass y se aleja un tanto del género de su primer trabajo, ‘Saint Maud’ (2019) —una joya del horror religioso que cuenta la historia de una enfermera fanática que cree fervientemente que su misión divina es salvar el alma de una paciente con cáncer. Ahora nos entrega un thriller trepidante y erótico que mezcla el suspenso, el body horror y situaciones ligeramente cómicas que pueden dividir opiniones.
Es 1989 y seguimos a Lou (Kristen Stewart) en su día a día atendiendo un gimnasio y siendo hostigada por la tierna e inocente —y un tanto tonta— Daisy (Anna Baryshnikov). Abiertamente lesbiana, Lou tiene que soportar a clientes molestos y comentarios homófobos. Es entonces que la impresionante Jackie (Katy O’Brian) llega al gimnasio a entrenar para un concurso de fisicoculturismo en Las Vegas; no planea quedarse mucho tiempo.
Ambas entonces inician una relación en donde la obsesión, las ganas de escapar de ese lugar y las malas decisiones tejen una telaraña de sucesos que las pondrán en riesgo mortal, a manos del padre de Lou —un traficante de armas—, y del esposo de su hermana —un golpeador y misógino hijo de puta—, protagonizados por Ed Harris y Dave Franco, respectivamente.
A24 y Rose Galss nos traen una ‘Thelma & Louise’ (1991) moderna, sangrienta y sexual, que nos lleva por parajes desérticos de Nuevo Mexico, con un soundtrack igual de envolvente y denso que el filme, a cargo de Clint Mansell. Filme que representa los graves efectos de los anabólicos utilizados en exceso, el peso de las vidas sin propósito y de todo lo que se es capaz de hacer por amor y cómo este, en cualquiera de sus formas, puede salvarnos… o no.