Hoy vamos con una «retro critica» de las que merecen la pena, y es que cuando el cine de terror pasaba por uno de sus peores momentos, por el 2005, un director con visión puso las cartas sobre la mesa y planteó un nuevo tipo de terror. ¿Su nombre? Neil Marshall, el mismo que en 2002 trajo Dog Soldiers, una película de terror británica la cual también es una joya dentro de su género y que podría formar parte de alguna retro crítica más adelante. En «The Descent (2005)» se reúne un elenco muy carismático y entrañable: Juno (Natalie Mendoza), Sarah (Shauna Macdonald), Beth (Alex Reid), Sam (MyAnna Buring) y Rebecca (Saskia Mulder) que son amigas y que adoran las emociones fuertes, ninguna de ellas era muy conocida en aquel momento, lo que le da más realismo a lo que viven estas amigas.

Neil Marshall afirmó que las comparaciones de The Descent con su película previa, Dog Soldiers (2002), son inevitables, pues al igual que en aquella, la trama gira alrededor de seis personas atrapadas que deben enfrentarse a un enemigo común.

Este film tiene una gran ventaja y es que comienza como un thriller psicológico, en el cual unas mujeres se quedan atrapadas en una cueva inexplorada y empiezan a sacar sus miedos más primarios, para después pasar a ser una delirante obra de terror. ¿Qué es lo que diferencia esta cinta de las demás del género? Es muy claro, esta si tiene historia y es muy buena, pero tengo que señalar que el director tiene un gusto refinado del uso de la luz en las cavernas que sí nos generan una terrible desesperación, ya que sentimos que estamos nosotros dentro y no ellas, por tanto, para algunos puede llegar a ser una película sumamente claustrofóbica. El diseño de producción es fenomenal como pocas películas que produzca el mismísimo monstruo Americano, el maquillaje de las criaturas intraterrestres es magnífico también, algunos dicen que se parecen un poco a los Orcos de “El Señor de los Anillos (2001, 2002, 2003)” algo que es lógico, ya que la trilogía antes mencionada es punto de referencia en muchos aspectos del celuloide.

Esta producción roza la serie B, pero la calidad es tal, que difícilmente se nota y que muchas cintas norteamericanas de mayor presupuesto quisieran lograr. La manera de llevar nuestras emociones a donde el director quiere es genial, porque lo hace y tú no te das cuenta hasta que ya estás en la situación y entonces sabes que estas en presencia de una de las mejores cintas de terror de su época y años atrás, sin lugar a dudas. Neil Marshal y su estilo narrativo como de filmación es impecable y ha sabido crear hasta el mas mínimo detalle. Algunos dirán que es simple pero, seamos claros, sabemos que tampoco son filmes que ofrecen más de lo que el mismo género permite, y esta logra cumplir con lo que es el terror, la violencia, la sangre y la oscuridad y es más de lo que cualquier fanático de este tipo de género puede pedir.

Una secuela de The Descent fue filmada en Ealing Studios en Londres en 2008 y estrenada el 2 de diciembre de 2009 en el Reino Unido. La misma fue menos exitosa en términos de taquilla y crítica.

Yo cuando la vi por primera vez debo admitir que me encanto y se convirtió en una de esas joyas escondidas que merecen recordarse de vez en cuando. ¿Es posible verla más de una vez? Claro, hay películas que son para ver una vez, pero hay otras como esta que la ves una y otra y otra…y eso lo logran pocas. Todo aquello es tan hipnótico que tú mismo quieres decirle a las cinco protagonistas que no vayan allí. Muy recomendable para pasar mucho rato disfrutando del terror más puro. Sobre la secuela…sin el mismo director, ya hablaremos.

NOTA: ★★★★ (8/10)