Umaphauchi
(la cabeza voladora)
En la provincia Chayanta en Potosí Bolivia, existe el poblad de Macha, un lugar frio y enigmático, conocido por los enfrentamientos folclóricos llamados tinkus, y de ahí viene ahora nuestra historia, pues una amable persona que ahí vive nos hizo llegar esta antigua y perdida leyenda en el tiempo, La UMAPHAUCHI, en español la cabeza que vuela.
Cuentan las antiguas leyendas que en la época de la colonia algunos castigos en a zona del valle potosino consistían en la muerte por decapitación, solamente en casos extremos, pero por alguna razón algunas de las almas de los ajusticiados se condenaron y tomaron la forma de una cabeza flotante, la cual se manifiesta de una manera espeluznante, con el cuello herido y del cual gotea lo que los comunarios describen como “sangre podrida” de un color no tan rojo, parecido a la sangre coagulada, pero de un color más verduzco que rojo, una boca con todos los dientes puntiagudos y los labios con marcas de sangre seca, y porta una mirada maligna y espantosa.
Esta terrible criatura se alimenta de la sangre de sus víctimas, ya sean personas o animales, se posa encima de ellas y procede a desangrarlas sin que estas puedan hacer algo mas que esperar la ineludible muerte.
Pero como menciona nuestra relatora, la UMPHAUCHI se apareció en el pueblo de Macha cuando ella era adolescente, relata que la maléfica criatura se posó en las paredes de un corral y empezó a dar fin las cabras que en ella moraban, los dueños intentaron espantarla pero esta estuvo a punto de posarse sobre el dueño de las cabras quien logró esquivarla pero aun así cayó enfermo, presa de la terrible mirada de esta inmunda monstruosidad, quien lo logro espantar fue el cura del lugar quien dicen le arrojo agua bendita, y la umaphauchi escapo profiriendo una risa malévola.
La gente del poblado se quedó en alerta a la espera de la criatura, así como el cura empezó a bendecir todas las casas y estancias del pueblo excepto un solo lugar, el cual serviría para tenderle una trampa a la criatura maligna, para deshacerse de ella. Y así paso, cuando la criatura apareció el cura junto con muy pocos valientes le echaron agua bendita y empezaron a rezar, y asi lograron espantar a la monstruosidad.
Aunque hasta nuestros días no se ha vuelto a escuchar de ella, se teme que podría regresar, atraída por la sangre de pobladores y mineros incautos.
Desde Bolivia, para el mundo Cain Des Tennebres