Luego de la gloriosa ceremonia de inauguración de las olimpiadas de París 2024 —con esa insuperable presentación de Gojira y Marina Viotti, a quienes gente de dudosa educación tachó de satánicos— y a la ridícula polémica debido a la confusión entre ‘La última cena’ de Leonardo da Vinci y la obra ‘Festín de los Dioses’ de Jan van Biljert, representada por algunas de las Drag Queens más famosas de Francia, así como coreógrafos y DJs —como Barbara Butch, quien ya recibió hasta amenazas de muerte por parte de los siempre piadosos guardianes de las buenas costumbres— , vamos a honrar a quien honor merece… no sin antes explicar un poco el malentendido.
La confusión en este sentido surge por el limitado conocimiento de los sectores ofendidos a demás formas de arte, cultura y expresiones que se salen de su cotidiano, y como bien lo expresó Lovecraft en sus años:
“Las más antigua y más fuerte emoción de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más fuerte tipo de miedo es el miedo a lo desconocido”.
¿Y que pasa cuando algo se desconoce y se teme? Se violenta, se amenaza, se señala y se prejuzga.
Las representaciones del arte son vastas, pero hay pocos entendidos al respecto —impresiona que en una época en la que más acceso a la información y al conocimiento existe, sean más los que deciden quedarse en la ignorancia— y ante el desconocimiento, la agresión siempre es la primer arma de este sector. Triste pero cierto.
Ahora una breve explicación del por que de las reacciones y el Terror y la Respuesta ante lo Diferente
- El Terror como Miedo a lo Desconocido: La cita de Lovecraft sobre el miedo a lo desconocido ilustra cómo el terror puede surgir cuando las personas se enfrentan a lo que no comprenden o lo que desafía sus expectativas. En el caso de la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas de París 2024, el terror se manifiesta en la forma en que las personas reaccionan desproporcionadamente ante la representación artística de drag queens en una escena que recuerda a ‘La Última Cena’. Esta reacción muestra cómo lo diferente o lo novedoso puede despertar una respuesta desproporcionada basada en el miedo y la incomprensión.
- La Reacción Violenta ante la Diferencia: El texto destaca cómo la ignorancia frente a nuevas formas de arte y cultura a menudo lleva a la violencia y al rechazo. Esto se refleja en las amenazas de muerte dirigidas a los artistas y en la indignación pública. La violencia y el rechazo no son solo respuestas físicas, sino también psicológicas, donde el miedo y el desconocimiento alimentan un ciclo de agresión y exclusión.
- El Papel del Arte en la Sociedad: El arte, en sus múltiples formas, a menudo desafía las normas y expectativas establecidas, y esta capacidad de desafiar es una fuente de incomodidad para algunos. La representación de Baco en el arte, como un símbolo de hedonismo y diversión, contrasta con la representación de ‘La Última Cena’, que es sagrada y reflexiva. Este contraste entre la diversión y la espiritualidad puede ser visto como una metáfora de cómo las distintas formas de expresión artística pueden ser percibidas de manera diferente y, a veces, conflictiva.
- El Desafío del Conocimiento vs. la Ignorancia: El texto critica la falta de conocimiento y la tendencia a permanecer en la ignorancia frente a nuevas ideas y representaciones culturales. En lugar de buscar entender y apreciar la diversidad en el arte y la cultura, algunas personas optan por la violencia y el rechazo. Esto refleja un temor profundo al cambio y a lo que no se ajusta a sus experiencias y creencias preexistentes.
- El Paradoja de la Información y la Ignorancia: En una era de acceso sin precedentes a la información, el hecho de que persista la ignorancia es una paradoja inquietante. A pesar de la facilidad de acceso al conocimiento, la preferencia por la ignorancia y el rechazo a lo desconocido persiste, alimentando el ciclo de temor y agresión hacia lo diferente.
Bueno, ahora sí… honor a quien honor merece.
Baco y su misión en la tierra
¿Quién fue Baco? Para empezar, dejemos claro que este caballero era el rey de las fiestas, el maestro de ceremonias de los dioses griegos y romanos. Vamos, era como un influencer de la antigüedad, pero en lugar de promocionar productos milagro o restaurantes caros, promovía el vino y la buena onda. ¡Y vaya que lo hacía bien!
Según la mitología, el Dios, —también conocido como Dionisio— fue hijo de Zeus, el jefe supremo de los dioses, y Sémele, una mortal que, por cierto, no tuvo muy buen final. Pero eso es otra historia. Lo importante es que este diosito nació con una misión: Hacer del mundo un lugar más divertido, aunque fuera a costa de unas cuantas crudas épicas. Homero lo describe como la “alegría de los hombres”.
Baco en el arte: más uvas que pan y vino
Los artistas de la antigüedad adoraban a Baco. Lo pintaban, lo esculpían, lo dibujaban y lo inmortalizaron de mil maneras. En sus obras, Baco siempre aparece rodeado de bellezas —hombres y mujeres—, vino a ríos y, por supuesto, uvas. Un bodegón vivo y con mucho, mucho estilo.
Una de las representaciones más famosas de Baco es la escultura homónima de Miguel Ángel. En esta obra, el dios del vino aparece de pie, desnudo, con una copa de vino en la mano y rodeado de frutas, con un pequeño sátiro a sus pies Un ejemplo de vida, si me lo preguntan.
Baco vs. Cristo: una batalla épica (en el mundo del arte)
Ahora, comparando ‘La Última Cena’ de Leonardo da Vinci con ‘Festín de los Dioses’ de Jan van Biljert, en ambas tenemos a un grupo de hombres reunidos alrededor de una mesa… Y YA. Ahí se acaban las similitudes. LOL.
Mientras que en la primera se representa un momento de profunda reflexión y trascendencia, en la segunda vemos una escena de puro hedonismo y disfrute —estos últimos, aspectos que a los religiosos parecen disgustarles por alguna extraña razón. Es como si van Biljert nos dijera: «Sí, Cristo puede tener sus seguidores y su mensaje de amor y sacrificio, pero Baco tiene vino, y eso es lo que realmente importa en esta vida». Si algunos tienen su patrono para las causas perdidas, Baco es el santo patrón de los borrachos, que te dijera.
Baco fue mucho más que un simple dios del vino. Fue un símbolo de la alegría, la fiesta y el placer. Y aunque su figura sea poco conocida —hasta esta reciente polémica—, su legado sigue vivo en cada copa de vino que se levanta en un brindis.
Su legado
En cuanto al cine de terror… si bien no se ha representado como tal su figura, sí tenemos presente su esencia en filmes donde el exceso, los rituales, la venganza y el desenfreno son protagonistas.
‘Blood on Satan’s Claw’ (1971) es un clásico de folk horror, con un montón de paganismo donde un montón de adolescentes se entregan a la adoración más oscura y al mismo tiempo, iluminadora. Dirigida por Piers Haggard.
‘The Cook, the Thief, His Wife & Her Lover’ (1989), dirigida por Peter Greenaway y protagonizada por la seductora Helen Mirren. Un amorío llevado al extremo que, como su nombre lo indica, enreda a un cocinero, a un ladrón, a la esposa de este y a su amante.
‘Society’ (1989), con una secuencia final digna de un bacanal amorfo y retorcido, es un retrato muy en la mirada de su director, Brian Yuzna, sobre la alta sociedad norteamericana, obsesionada con la banalidad y el exceso.
¡Así que la próxima vez que te tomes un trago o veas una película de terror con un banquete de por medio, recuerda a Baco y alza tu copa para rendirle un pequeño homenaje!
Y tú ¿te indignaste con la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024?