Siguiendo muy de cerca los pasos de su antecesora del 2023 Winnie-the-Pooh: Blood and Honey 2   regresa con más dinero, más personajes, más sangre y más muerte, pero no con tanta diversión como uno esperaría de ella.

En una sala a reventar, llena de expectativa y con toda la intención de pasar un buen rato, la película arranca con la secuencia más prometedora de todo el film, hay risas y los aplausos crecen mientras Pooh y compañía hacen de las suyas, creando una expectativa que lamentablemente se quedará en eso.

Relegando a la muy limitada primera parte a ser una película de ficción dentro del universo de esta entrega,  la película trata de verse mejor, escucharse mejor y sentirse mejor, logrando ese cometido solo a momentos.  Algunas secuencias, algunas muertes y algunas tomas resaltan incluso por encima del promedio de este subgénero, pero no son suficientes para ocultar los defectos que la película tiene. 

Todo comienza tiempo después de los trágicos eventos ocurridos en la primera parte, Christopher Robin trata de seguir con su vida, ante el temor y la desconfianza que la gente le tiene, debido a la disparatada historia sobre los seres asesinos a los cuales culpa de la muerte de su novia.

Tratando de avanzar con su carrera en la medicina, el protagonista se proyecta como un personaje empático pero atormentado, que a través de la terapia y el apoyo de su familia y amigos más cercanos busca sanar las heridas, sobre todos mentales, tratando de superar los traumas que El Oso Pooh y sus amigos han dejado en su vida 

Por otra parte, Pooh, Búho y Tiger deciden matar o morir, en un plan para sobrevivir los embates de quienes los han acorralado en los pocos rincones libres que quedan en el bosque y están a punto de asesinarlos. 

¿Leyeron lo dispar de ambas ideas? Justo así está la película trata de empatar lo imposible contando dos cosas claramente incompatibles, extendiendo de más la duración del filme, donde destacan, negativamente, dos secuencias dialogadas a media película. En ellas dos personajes le cuentan a Cristopher Robin, literalmente, todo lo que sucede y sucedió como si fuéramos tonto y nosotros también,  parando en seco la orgía de sangre y muerte por la que el público paga su boleto. 

En parte por esto y por una extraña propuesta de «seriedad», la película nunca encuentra su tono, ni su ritmo, ni una idea  más allá del pretexto para comenzar con un nuevo universo cinematográfico que traerá  las versiones malvadas de muchos otros personajes favoritos de la infancia de muchos.  

Sumado a esto, muchas de la muertes en pantalla son poco inspiradas e incluso hay varias muy mal logradas,  aún para este tipo de cine, lo que no ayuda para la impresión final de esta entrega. No obstante, reconocer las frases y algo de la personalidad conocida de los populares animalitos del bosque de los 100 acres, mientras destrozan a la gente, siempre es encantador. 

No pedimos grandes actuaciones, ni una historia para ganar el Óscar, mucho menos una reflexión sobre la naturaleza humana y animal, que no tiene lugar en esta película, simplemente porque es una parodia. Si ya es aventurado, pero divertido, pensar en Pooh y sus amigos como maquinas asesinas implacables, es absurdo tomar esta idea en serio.

Si bien en la realidad y quizá en otro tipo de película, el asociar animales asesinos del bosque con problemas mentales es algo coherente y hasta serio en el caso de Pooh se convierte en el error de escritura de guión que se conoce como Double Mumbo Jumbo, que es cuando le pides a la audiencia que acepte dos premisas fantásticas en una misma historia, son dos universos y tonos completamente dispares.

La   premisa de las lindas criaturas como monstruos, es lo que todos quieren ver. No en balde ésta idea  generó mas de 5 millones de dólares en ingresos de taquilla sobre los 50 mil dólares que costó la película original. No hay que darle más vueltas, no necesitamos profundidad o una sobre explicación que nos aburra, simplemente queremos sangre y miel. 

No obstante, creo que el recuerdo empatado con el morbo, que son la fórmula de este inesperado éxito cinematográfico, llevarán a la gente a la sala, para reírse a momentos, emocionarse a momentos, recordar a momentos y aburrirse a media película.

Con el nacimiento confirmado de un nuevo universo con favoritos de antaño como Bambi, que ya tiene teaser, entre otros viejos conocidos infantiles que no voy a revelar  acá, esperemos que la promesa de Sangre, Miel y sobre todo diversión, se cumpla con creces en una tercera entrega.

NO OLVIDES REVISAR LA ENTREVISTA QUE REALIZAMOS AL ACTOR DE PIGLET EDDY MACKENZIE

Exclusiva para Grupo Inframundo