Cinco años después de su primera entrega, Toxie (Ron Fazio / John Altamura) volvió con una secuela que…es inferior a su primera parte en muchos sentidos. Primeramente, la existencia de esta segunda entrega, y su tercera es por que Lloyd Kaufman se vino arriba grabando una secuela, y se dio cuenta de que tenía demasiado metraje. Es por ello que esa película se dividió en dos partes, y es por eso que la Parte 2 y «La última tentación de Toxie» se estrenaron en el mismo año. Resulta lógico al verlas que, quizás, se notan separadas de la primera, pero muy unidas entre ellas. Curioso el caso de que vemos más establecimientos que en su antecesora, pero ni rastro del gimnasio, algo que fue importante en la primera.

Toxie sigue con su vida, pero más amargado, sigue con su novia, pero está en paro porque durante estos cinco años, Tromaville, ha estado libre de villanos. Encuentra trabajo junto a su pareja, en un lugar especializado en gente ciega, pero vamos… lo que les enseñan allí es digno de estudio, que si croquet, que si dar paseos por techos…Por suerte, para él, aparece una organización villana que tendrá continuidad en la saga para alegrarle los días. Eso sí, hay varios elementos a destacar y casi todos malos. En primer lugar, el cambio en el elenco y los personajes ya vistos anteriormente, que son muy drásticos, vamos a comentarlos.

A partir de 2022, «The Toxic Avenger Part II» tiene una calificación del 0% en Rotten Tomatoes según seis reseñas.

En la primera entrega vimos ligeramente a la madre de Melvin (Mark Torgl en la primera entrega), pelo corto, canoso e interpretada por Sarabel Levinson. Su madre rechaza a Melvin tras verlo transformado, y es lo que le obliga a irse a vivir al vertedero; sin embargo, en esta entrega, su madre, no solo no lo rechaza, sino que le quiere y le visita constantemente. Además, ahora tiene el pelo largo, rubio, es más joven y está interpretada por Jessica Dublin. La novia ciega de Melvin, es el cambio más notorio. No solo cambiaron a la actriz de Andree Maranda a Phoebe Legere, sino que su personaje cambio de nombre de Sara a Claire, porque sí, y su carácter pasa de ser una mujer tímida, a una cachonda y loca al extremo. No sé si revisaron a estos personajes en la anterior peli, pero queda realmente mal. Al menos, estos cambios se mantuvieron en la siguiente entrega y le da continuismo.

Para esta película aparece una asociación llamada Apocalypse, que pretende adueñarse de Tromaville y llenarla de residuos, pero claro, con Toxie, no pueden hacer nada. ¿Recordáis cuando en La Amenaza Fantasma, de Star Wars, se inventaron los midiclorianos para explicar la Fuerza? Pues… aquí algo similar. Aquí existen los Tromatrones, unas partículas que tiene Toxie en el cuerpo debido a la mutación por residuos, y casualmente en Japón, a donde le han enviado, han creado un líquido que los destruye, que casualmente tiene el supuesto padre de Toxie… Si Mahoma no va a la montaña, obligan a la montaña a ir hasta él.

Así que, con la ayuda de una psicóloga (Erika Schickel) que está aliada con ellos y a la que Toxie acude a terapia (bueno, y ella intenta zumbárselo), le mienten diciendo que su padre, Big Mac Junko (Jack Cooper), está en Japón para que se vaya a buscarle. Se reencuentran, la depresión del Vengador es clara, hasta que descubre la verdad, Toxie averigua que no es su padre real, es un mafioso, vende droga y es el creador del anti-tromatrones que puede matarle.

A la «versión del director sin clasificación» lanzada en DVD por Troma Entertainment le faltan casi todas las escenas sangrientas. Se lanzó una versión con 10 minutos adicionales de sangre en el conjunto de DVD ‘Tox Box’.

La parte de Japón es un disparate, llena de desnudos gratuitos por la cara, acción cutre, y con el supuesto padre de Toxie que acaba con ese señor vendido a piezas en un puesto de pescado, por error. ¡Incluso hay otro hombre pez enfrentándose a Toxie! De locos. Si comparamos el gore de esta entrega con la primera, sale perdiendo sin duda esta. Si bien tiene intentos de ser más original, no es para nada tan explícita como fue aquella y es un gran paso atrás. También le lastra el hecho de ser narrada por Toxie a cada escena, es innecesario y llega a cansar.

Tras aprender artes sumo, Toxie vuelve a Tromaville, acaba con los malos, y se reencuentra con su verdadero padre (), que aparece de la nada, y jura quedarse siempre con su madre, (pero en la tres, no existe). Nada, un final feliz, para una película que baja el listón de la primera.

NOTA: ★★½ (5/10)