¿Qué fetiches tienen ustedes, queridas almas que me leen? ¿Pies? ¿Uniformes? ¿Medias? ¿Juegos con comida, quizás? ¿Olores? Pues el tercer largometraje del cineasta noruego Viljar Bøe al parecer quiere que exploremos el fetiche de la dominación, haciéndonos pasar un rato de perros, literalmente.

A días del estreno en México de ‘Good Boy’ (2022) —y con la expectación de descubrir de qué va su filme—, surgió en mí la curiosidad por saber un poco más sobre la dinámica del llamado “Puppy play”.

Si bien existen innumerables posibilidades, hay que diferenciar primero entre filias y fetiches. La página de Grindr define lo siguiente: “Algunos usan ‘filias’ y ‘fetiches’ como sinónimos, pero hay una diferencia clave: Una filia (o kink) es todo aquello que eleva tu experiencia sexual (contigo mismo o con una pareja que dé su consentimiento) y que se sale del ámbito del sexo ‘normal’. Un fetiche sexual es un tipo de filia, pero es algo de lo que depende tu excitación o placer sexual, por lo general un objeto inanimado o una parte del cuerpo específica”.

Dicho lo anterior, el “Puppy play” —una práctica más común de lo que podría creerse—, es un fetiche que consiste en que una persona disfrazada de perro, asume el rol de este animal, y otra persona, el rol del amo o el dueño. “Hay muchas razones por las que la gente se involucra en juegos con cachorros: algunos se sienten atraídos por su perversidad; otros disfrutan de sentirse seguros y protegidos como lo harían si fueran realmente mascotas; algunos simplemente quieren probar algo nuevo”, como lo especifica la página JetPup, una empresa especializada en Puppy Play, con sede en San Francisco.

Personalmente, lo veo como jugar a las fábulas que leíamos cuando niños… Más o menos. Y basándonos en el tráiler de ‘Good Boy’, podemos esperar una fábula muy retorcida entre los tres personajes que aparecen en él.

¿Pero qué otras películas de género abordan, de uno u otro modo, estos temas, llevándolos al extremo, en algunos casos? 

‘Hellraiser’ (1987), por ejemplo, nos lleva a los límites del dolor y del placer por igual, a través de los amos sometedores por excelencia, los eternos Cenobitas. 

‘Gerald’s Game’ (2017), por su parte, nos sumerge en la historia de una pareja que, para reavivar el fuego de su pasión, se van a “jugar” al BDSM a una cabaña alejada de todo, con resultados muy turbios. 

En ‘Dans ma peau’ (2002) subimos el tono, con una protagonista que sufre de una fuerte dismorfia corporal y que encuentra placer y satisfacción fetichista al rebanar, literalmente, partes de su cuerpo. 

Y en ‘Nekromantik’ (1988) nos sumergimos en la decadencia total, con la necrofilia como motor de nuestros protagonistas, que comparten este fetiche insano que los mete en más de un problema.

Por mencionar algunas, claro está, porque al igual que los fetiches, hay para escoger.

‘Good Boy’ (2022), de Viljar Bøe, se estrena este jueves 23 de mayo en salas mexicanas.