Para hablar de la que para mi es la obra maestra de Behemoth, primero tenemos que hablar de la banda como tal y de Nergal, su líder vocalista.

Behemoth lleva en la luz pública 33 años (y que justamente por ese número es que este año tienen planeada una gira especial para celebrarlo) y ha sido una trayectoria que se ha visto envuelta en polémica justamente porque la agrupación viene de uno de los países más católicos del mundo.

Nergal ha estado encarcelado por hablar en contra de la religión, principalmente en las fuertes críticas de que ésta no debería estar ligada a las leyes del país y que todo mundo debería tener libertad de expresión sin tener repercusiones legales por ello.

En Agosto de 2010 Nergal fue diagnositcado con Leucemia, lo cual lo mantuvo fuera del ojo público hasta diciembre de 2011 cuando finalmente fue dado de alta.

Con la fuerza restaurada y la motivación a tope, Nergal y compañía entran al estudio para grabar su Magnum Opus «The Satanist»

Lanzado el 4 de febrero de 2014 bajo el sello de Nuclear Blast «The Satanist» muestra la madurez de cada integrante, es destructivo y potente en cada nota pero a su vez tiene un equilibrio melódico que hace una ambientación perfecta con la voz de Nergal, si, no solamente buscaron seguir siendo la banda brutal de toda la vida, demostraron que la situación de Nergal solo les dio nuevas perspectivas, pero sobre todo una nueva forma de hacer arte.

Nergal en su triunfal regreso de la batalla con la Leucemia, quería dejar un mensaje artístico que perdurara por siempre, y no hablando solamente en lo musical sino en el arte visual del álbum. Solicitó a Denis Forkas que el arte de la portada fuera pintado con su sangre como un recordatorio de lo que había llevado en su largo camino a la culminación de este álbum.

Fieles a ellos así como al género, «The Satanist» ofrece letras blasfemas, herejía y negación de lo que representa la Biblia y la religión católica en si, de lo que para ellos siempre ha sido la gran mentira impresa en sangre en la humanidad.

La brutalidad es ejecutada de una manera magistral desde la primer nota en «Blow Your Trumpets Gabriel!» hasta el cierre de la majestuosa «O Father O Satan O Sun!» de la cual hablaremos con más profundidad en esta reseña especial.

¿De qué manera puedes culminar un álbum que lleva 37 minutos de brutalidad y que se sienta como una pieza magnífica y que destaque del resto? Nergal encontró la forma en este himno de culto en honor a aquél quien fuera traicionado por Dios.

«O Father O Satan O Sun!» desde que comienza crea una atmósfera de espectación, de que algo va a suceder, nos tiene así durante el primer minuto hasta que Orion toca las primeras notas en el bajo dando entrada a la brutal voz de Nergal quien comienza a orar a cada una de las deidades oscuras que conforman a Satanás, ora por ellos y pide que a través de él se manifiesten, que lo liberen de todo lo que lo mantiene encadenado en este plano, mientras que al mismo tiempo de manera retadora busca crear conciencia sobre las limitaciones de creer en una sola autoridad divina.

La canción cambia de tiempos y atmósfera de acuerdo al mensaje que quiere transmitir, cuando todo es un grito de liberación la música es brutal así como la voz de Nergal, pero cuando busca la iluminación y el poder liberarse y controlar a aquello que lo ha tenido subyugado, es una voz limpia, de un hombre entregado a su fe, esperando que sus plegarias sean escuchadas. Si bien, The Satanist no es un álbum conceptual, la manera en que termina deja ver como todo el recorrido de las canciones anteriores llevan a un momento cumbre que le da cierre no solamente al álbum, sino al tormento y la batalla que Nergal estuvo luchando y la madurez que el superar ésa batalla trajo consigo.

The Satanist para los puristas más trves es un álbum flojo, ya que no todo es blast beats y rapidez incomprencible, pero en lo personal, es la Obra Maestra de Behemoth, y ningún álbum después de ese ha podido transmitir tanto, ya que es el álbum más personal de la banda, aún cuando líricamente jamás hablen de otra cosa que no sea blasfema.