LA PLUMA

(Cain Des Tennebres)

Acto primero: Descenso a la locura

«los ultimos dias las cosas han cambiado tanto

nada ya sale a pedir de boca, es un caos total

mas en la desesperacion no debemos caer

dejemos las cosas en las manos de Dios «

 

Se decia el poeta miestras su deudas crecian

su amistades le abandonaban como cuentagotas

en él solo quedaba la esperanza de un dia mejor

pero los planes de dios no siempre son buenos para todos

 

» ¿seré acaso presa de mi propia maldad?»

se cuestionaba el mismo, enumerando sus pecados

«el gusto por la carne agena pasa su factura»

se decia a si mismo a tratando de sonreir. que mal trago

 

La vida solo le daba decepciones y malas nuevas

 mientras mas trataba de salir del pozo sucio

más y más hondo iba cayendo, el retorno estaba lejos

la desgracia puso su hogar en su alrededor

 

» Serñor¡¡ ¿porque me castigas asi. cual es tu plan

es que acaso no escuchas mis suplicas ?» lloraba

pero los tiempos de Dios no son los que pensamos

ponerse en sus manos fue el más grande error de todos

 

Al fin el mundo pudo mas que nuestro desdichado

ha caido en la miseria y amargura, la lástima agena

sin embargo en la poesia el tiene su rincon de escape

pequeño entretenimiento, le llena el corazon y no la barriga

 

Su aspecto de miseria son ahora  su imagen sombria

los rezos a su dios son ahora reclamos y blasfemias

quienes fueron sus amigos ahora lo saludan por lastima

«cuanto detesto su hipocrecia» masculla entre dientes

 

horrido espejismo de lo que antes fue un ser humano

ahora reducido a ruinas, mientras su mente divaga

«entre el amor de Dios y la piedad del hombre

el sabor de la muerte me suena más atractivo»

 

Ahora habla consigo , ensimismado en su propio dolor

sabe que sus suplicas fueron al vacio, «no hay Dios ni amigos»

odiando su miseria abarazando su soledad

 estomago vacio, vacio el corazon y la inspiracion

 

El poeta llora ahora la agonia de su pluma

«entonces me quitaras tambien esto, te lo llevas todo

tanto me aborreces que me quitas mi unica salida y amor»

reclama a su Dios con el puño hacia el cielo

 

«y tu, ridiculo remedo de nemesis divina

¿porque no acudes a reclamar mi alma podrida?

maldice asi al demonio. polpeando con furia el suelo

«pero no les concedere el placer de la victoria a ninguno»

 

Sabe el poeta que uno reclamara su alma

tambien que el otro reclama un cambio de vida

«la victoria y la ultima palabra seran mias»

se dice jugando con su pluma y con su cuchilla

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