Este es el film donde conocemos a “El Vengador Tóxico”, Melvin (Mark Torgl), más tarde Toxie (Mitch Cohen / Kenneth Kessler (voz)). Que decir de esta película. Lloyd Kaufman y su productora Troma nos trajo una idea que tuvo, estando supervisando el set de pre producción de Rocky. Años más tarde nos llegó esto.
Una bizarrada que no hay por donde cogerla, pero ahí radica su encanto. Loca, mal editada, mal actuada, malos efectos, todo tan malo, que realmente es maravilloso y una genialidad. Cosas como estás ya no se hacen, es bueno poder recordarlas. Toxi es un personaje muy bueno. Se nota que aquí les da igual todo, pero todo, es una excusa para hacer un divertimento sangriento, aunque ya aviso, esta película quizás es más contenida que las demás, en locura.
La película se considera de culto principalmente por ser una película independiente, apreciada por los espectadores de la serie B profunda. Ha generado su propia serie en cómic y multitud de merchandising, como figuras articuladas y camisetas.
Melvin se convierte en Toxie debido a una broma de mal gusto que acaba con él dentro de unos vertidos tóxicos. La transformación es del todo curiosa, y bastante larga, por cierto. Pasamos de un chico hiperdelgado, feo, con voz de pito, y poco inteligente, a un monstruo fuerte, con voz grave, aún más feo, pero muy inteligente y con un sentido de la justicia muy acrecentado que antes no existía en él.
Ya al inicio tenemos un mensaje de advertencia, donde nos avisan de que la película contiene escenas explícitas y fuertes. Es cierto, las muertes son muy visuales, igual en aquella época pudo impactar, pero ahora… en fin, se notan mucho los muñecos, aunque se agradece el esfuerzo y los maquillajes sangrientos y sobretodo, que sea todo tan artesanal.
Muy incorrecta, hay escenas que hoy en día sería imposible hacer sin que salte alguna asociación de algo a quejarse. Por ejemplo, el asesinato explícito a un perro lazarillo a escopetazo limpio. Eso es algo hoy en día muy mal visto, a pesar de que siempre es ficción. En esa escena, que por cierto, es muy buena en cuestión de muertes, precisamente es donde comienza uno de los romances más forzados y rápidos del cine. La chica ciega, Sara (Andree Maranda), se enamora de Toxie al tocarle y considerarlo guapo, pero yo creo que es después de palparle sus partes, que podemos ver una cara de ella gratamente sorprendida con lo que se encuentra.
David Kehr: Crudo, primitivo, extremadamente violento y bastante entretenido, captura parte del espíritu mocoso de los viejos cómics de EC.
Que decir de ese gimnasio donde transcurre gran parte de las tramas. La fauna que existe allí, cada personaje más extraño que al anterior, es difícil de explicar. Aunque más que un gym, parece el lugar de encuentro, fiesta y sexo de la ciudad. Y es que Tromaville está llena de gente que deseas ver morir, en gran parte por las horribles actuaciones de sus actores, pero también por sus actos, casi toda Tromaville son villanos. Desde el más inútil chico de gimnasio, hasta el alcalde de la ciudad, que vende droga en el gym para sacarse un sobresueldo, y por suerte, todos ellos se llevan su merecido.
En fin, es una de esas joyas cutres que merecen mucho la pena ver, y curiosamente te encariñas con Toxie, porque aunque parezca mentira, es un personaje bien escrito, bien desarrollado, y buen tipo que solo quiere vivir su vida tranquila, haciendo justicia cuando se debe hacer. Pero, las cosas como son, no es una película de notable, está bien, sin más.
A destacar el tema principal de la saga de Scott Casey The Toxic Avenger Theme que os dejo aquí:
NOTA: ★★★ (6/10)