Los cuentos de hadas son para niños. Los Trolls son animales. Depredadores. Comen, cagan y se reproducen. Comen todo lo que puedan.

En el título de esta reseña no nos referimos a los Trolls fastidiosos que pululan el internet acosando cualquier publicación y persona que no les parezca. Sino a esas grandes criaturas del folklore escandinavo. Aquellas criaturas que viven en los bosques, suelen vivir bajo un puente ó una cueva, gustan de comerse al ganado ó a un buen cristiano y se convierten en piedra cuando sale el sol.

Y así, al más puro estilo del found footage, el director noruego André Øvredal (The Last Voyage of the Demeter, Scary Stories to Tell in the Dark) nos presenta “Trolljegeren” o “Trollhunter” de este lado del charco (no confundir con la serie animada “Trollhunters” del buen Memito). Donde un grupo de estudiantes noruegos decide investigar y documentar la extraña muerte de osos por todo el país, pero terminan siguiendo a un misterioso cazador quien realmente se encarga de cazar peligrosos Trolls que salen de su reserva natural.

 

Protagonizada por Otto Jespersen, Glenn Earland Tosterud, Tomas Alf Larsen y Johanna Mørck y con el estilo de cámara en mano, siguiendo la tendencia de la Bruja de Blair y Cloverfield, nos vemos sumergidos en hermosos paisajes escandinavos mientras acompañamos a nuestros protagonistas a ver cómo sería si en la vida real existieran los Trolls y cómo se maneja esta situación ya que vemos al cazador (Otto) explicar que a diferencia de los cuentos de hadas, los Trolls son como cualquier otro animal/depredador y se les tiene que tratar con cuidado.

 

Para ser una película del 2010 sus efectos cgi en los Trolls se siguen manteniendo muy bien la mayoría de las escenas, las cuales son escenas muy bien seleccionadas y ayudadas con efectos prácticos para terminar de vendernos la ilusión de las criaturas. Gracias a los dioses que a diferencia de otras películas menos afortunadas en el género, no abusa de que la cámara se esté agitando a tal punto de que no podamos apreciar nada.

Lo que más le celebro a la película es que André definitivamente juega con el folklore que rodea a los Trolls en noruega, mostrando/mencionando las diferentes especies y su distribución, su apetito por los cristianos, su desprecio a las campanas, etc. todo esto sin traicionar su idea de mostrarlos como criaturas naturales y no mágicas. así también como el mundo moderno tiene que lidiar con todo esto.

André en definitiva sabe utilizar sus herramientas y nos trae una digna película del estilo Found Footage, digna de cualquier top de películas de este estilo.

 

Ahora mismo la pueden encontrar en MUBImx y Amazon Prime.