¿Listos para una explosión de los 80 que mezcla la acción post-apocalíptica con un sentido del humor más raro que un sapo en tutú? «Hell Comes to Frogtown» es ese clásico de culto que te hace preguntarte: «¿Qué estaba pensando la gente en los 80?» Y precisamente por eso, ¡nos encanta!
La historia sigue a Sam Hell (interpretado por el ícono de la lucha libre Roddy Piper), uno de los últimos hombres fértiles en una Tierra devastada. Sam es reclutado por una organización militar para una misión que suena a suicidio: infiltrarse en Frogtown, un bastión de mutantes rana, y rescatar a un grupo de mujeres para asegurar el futuro de la humanidad. Suena fácil, ¿verdad? Bueno, espera a ver las sorpresas que este desierto tiene preparadas.
Este festín cinematográfico está sazonado con efectos especiales que son tan encantadoramente anticuados que te harán sonreír, actuaciones que cruzan la línea entre serias y paródicas, y un guion que es un delirio creativo de principio a fin. «Hell Comes to Frogtown» es un testimonio de una era donde el cine de género se atrevía a ser audaz, bizarro, y tremendamente divertido.
Técnicamente, la película es una cátedra de cómo la imaginación puede triunfar sobre un presupuesto ajustado. La dirección artística crea un mundo post-apocalíptico creíble con lo que claramente fue una caja de herramientas limitada, demostrando que el ingenio siempre puede superar la falta de recursos.
En resumen, «Hell Comes to Frogtown» es una joya que debe ser vista para creerla. Es una película que te invita a dejar de lado la seriedad y sumergirte en su locura. Perfecta para una noche de cine inusual, esta obra te garantiza risas, sorpresas, y quizás un nuevo aprecio por las películas que se atreven a ser diferentes.
Les recomendamos ver una de nuestras reseñas en video que publicanos hace tiempo.
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