Para cerrar el mes patrio toca hablar de una de las cintas de terror más importantes que hemos tenido en los últimos años: Belzebuth. Esta cinta estrenada en el año 2017 y escrita por Luis Carlos Fuentes y el propio Portes está protagoniza por Joaquín Cosio a quien todos ubicamos por su papel del Cochiloco en El Infierno (2010), Tobin Bell quien fue Jigsaw en la saga de Saw, Tate Ellington de Sinister 2 (2015), Giovanna Zacarías de The Legend of Zorro (2005), Enoc Leaño de La Región Salvaje (2016). Mercedes Hernández de Sin Señas Particulares (2020) y José Sefami quien apareció en la ópera Prima de Portes titulada Conozca la cabeza de Juan Pérez (2008).
La historia va de un detective de la policía llamado Emmanuel Ritter (Cosio) el cual junto con su esposa esperan a un bebé, Este llega al mundo sin mayor problema pero mientras está en la sala de maternidad es despojado de su vida junto con la de los demás recién nacidos por una enfermera y que después de cometer el acto se quita su propia vida. Esto lo deja traumado y destrozado. Varios años después, y aún cargando con ese trauma se entera de un tiroteo escolar en una escuela que tuvo bastantes muertes. Esto alarma a varias personas e incluso llegan de apoyo un servicio de inteligencia estadounidense , de quien su titular el agente Ivan Franco (Ellington) le sugiere que puede relacionarse con algo paranormal. Las cosas se vuelven más complicadas cuando surge un nuevo caso con una mujer que trabaja dentro de una alberca de natación quien se aventó a la alberca con todo y cables eléctricos y provocó la muerte de varios niños, y con el caso de un hombre que se autoexplotó con una bomba dentro de un arcade. El patrón ya presente que involucra acabar con la vida de infantes y que quien comete el acto acaba con su propia vida hace que el caso sea más aterrador, Dentro de la investigación de estos casos encuentran a un niño en común quien dicen podría ser el propio Mesías, pero esto no será fácil cuando se mete a la ecuación el Padre Canetti (Bell), quien hará que todo se vuelva más complicado.
La cinta empieza con una gran propuesta desafiando una de las normas no escritas del cine la cual es no matar bebés (o al menos que no sea de forma violenta) y lo hace de forma directa sin suspenso para no darle tiempo de pensar ni esperanza al espectador si alguno de los bebés sobrevivirá; De ahí baja un poco la intensidad, ya que pocas cosas pueden ser más brutales que terminar a un bebé, pero continua con algo similar que es la muerte de niños que son también violentas e impactantes, cuando estas muertes finalizan y la historia empieza a tomar otra dirección se siente que cae esa emoción que ya nos tenían acostumbrados por lo que se puede llegar a sentir un poco pesado lo que continua después. El giro de trama donde Ritter está poseído es predecible pero funciona al mostrarnos que nuestro protagonista también puede caer y ser el propio antagonista por momentos sin que termine siéndolo por el resto de la historia.
Uno de los elementos que me parecen de los más interesantes es el de el Mesías mexicano, en todos lo medios audiovisuales siempre se nos cuenta la historia que el salvador vendrá ya sea del medio oriente, Europa o como es contado en la mayoría de los casos: americano. Todo esto no nos ha hecho pensar en que aquel mesías tal vez también podría venir de aquí y que en el contexto de cómo es la vida en los estados fronterizos se podría hacer una historia muy interesante sobre la vida que podría tener este personaje. En general es una cinta que mantiene entretenido al espectador y que es diferente a lo otro poco que se hace de cine nacional del género. Se encuentra disponible en Netflix.