Sin ser una mala película para nada, esperaba más. A título personal, yo soy de España, y aquí pasó un caso curioso con esta película, que igual es posible que afectara a mi gusto por ella tras verla. Este film se anunció para CINES en mi país, hace casi un año, para Octubre de 2023, tras eso, desapareció del mapa hasta hace poco que la añadieron a Prime. El tráiler me pintó muy bien, y mis ganas se mantuvieron intactas durante este tiempo, no se porque, pero siento que me falta algo en la película. Quizás, no se estrenó en cines porque ni la distribuidora confiaba en ella, pero que sé yo, ya digo, qué mala no es.
Como película está bien y por fin vemos algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados las películas de este personaje, The Last Voyage of the Demeter (2023) (El último viaje del Demeter en España, Drácula: Mar de sangre en Latam), se basa en uno de los diarios presentes entre las páginas de Drácula, de Bram Stoker (1897), que era un cuaderno de bitácora del capitán de la embarcación que lleva rumbo a Inglaterra un cargamento privado compuesto por cajas de tierra, en una de las cuales descansa el monstruo. Para los más freaks o frikis, esta idea vista en este diario ya se hizo realidad unos segundos, pero con otro personaje y en otra película, fue con Rita Repulsa en Power Rangers (2017), donde ella habita en una bolsa de plástico al ser recogida del mar casi descompuesta por un barco pesquero y matando, recupera su forma humana.
En abril de 2022, se hizo público que Thomas Newman sería el encargado de componer la partitura de la película. Sin embargo, en junio de 2023 abandonó el proyecto debido a problemas de agenda, y Bear McCreary lo reemplazó.
Frikadas a parte, André Øvredal que ha dirigido películas como The Autopsy of Jane Doe (2016), Troll Hunter (2010), o Scary Stories to Tell in the Dark (2019), se encarga de dirigir esta interesante propuesta. La película tiene un buen desarrollo, en cuestión del monstruo va de menos a más a la hora de mostrar o no mostrar de forma más explicita, comenzamos con ataques en los que el monstruo nunca se ve, para ir poco a poco revelando su imagen hasta tenerlo en escenas completamente. Drácula tiene un diseño que me gusta mucho y Javier Botet, (conocido por ser La Niña Medeiros en la saga [REC], El Hombre Torcido en The Conjuring 2 (2016), entre muchos otros) hace un gran trabajo interpretándolo, pero me hubiera gustado verle más en acción, más de él, pero realmente su presencia es imponente.
Algunos efectos para los movimientos más “vampíricos” de Botet se notan, ya que está íntegramente digitalizado en según que escenas, pero creo que es una película hecha con mucho mimo y cariño, que podría haber sido mucho más. Es una película bastante atrevida, porque no escatima en desvivir animales o niños, algo que muchas películas últimamente parece que no llegan a atreverse. Esas escenas son geniales, así como lo que ocurre con algunos personajes, algunos son asesinados, otros se transforman, juega bien sus bazas en eso. Su ambientación recuerda un poco a la primera Alien (1979), cambiando al Xenomorfo y la nave, por Nosferatu y un barco. Además, inicia mostrando el resultado del barco, y luego nos relata lo sucedido en ese barco encontrado en la orilla. Su final, obviamente, está preparado para las siguientes historias que con mayor o menor acierto, ya nos han contado del personaje.
Lundström dijo que el equipo de efectos prácticos de maquillaje colaboró poco con el equipo de postproducción responsable de crear las imágenes generadas por ordenador (CG) de la película.
Todos los actores están geniales, a destacar Liam Cunningham como el Capitán Eliot. En definitiva, yo esperaba más, pero no es mala película. Tambien hay que decir que juega en su contra el hecho de que vamos a saber todo lo que pasa, ya que esto que vemos en el film, se ha tratado vagamente en otras películas del personaje, sabemos su final, su inicio y lo que pasa en el barco, entonces no hay pie a sorpresas o giros inesperados.
NOTA: ★★★ (6/10)