La pluma
Acto quinto: La deuda
Cain des tennebres
Las vidas son efímeras al lado del arte
Las letras en el tiempo nunca perdidas
Los hombres nacen crecen y mueren
Pero la tinta vivirá por toda la historia
“de sangre usaste en tinta para inspirarte”
“por amor a las letras hemos cegado vidas”
Pero al final los juzgadores lo requieren
Mas su inspiración es la sangrienta salvagia
Nadie salvaría a aquellos que cayeron
Abandono sus cráneos en un callejón
Tal era el número, imposible llevarlos
Consigo en pequeños pedazos quiso llevar
“jamás descansaran en paz, ¿oyeron?
A mi lado pervivirán atados a mi corazón”
Conservo para sí de los cráneos los colgajos
Y los ensarto en un rudimentario collar
Los captores lograron acorralarlo como en cuna
El asesino sangriento estaba atrapado
Dios y el diablo entonces se la presentaron
de redención y sufrimiento o morir mutilado
“ ¡ja! Acaso yo los requerí de forma alguna?”
Su dios con bondad hablo enojado
“entrégate al arrepentimiento, pues te condenaron
Si de corazón lo haces serás perdonado
“estupideces, eres bajo, rastrero y malvado
Perfecto entre mis adláteres serias
Demonio de las letras yo te proclamo”
Le dijo el Diablo con taimada voz maligna
“de ustedes demasiado he necesitado
Al borde de la muerte entre ruegos y plegarias
Mas sin respuesta, solo las letras que amo
Pateticos ahora lo que hoy me designa”
Profirió 2 escupitajos a sus antiguos señores
Besó con amor sus letras y exclamo
“ en tinta hemos nacido y en ella crecido
con las almas arrebatadas otro dia caeremos”
Los juzgadores aparecieron de súbito
Mas solo encontraron un cuaderno viejo
En letras de sangre hermosas letras escritas
Sin rastro alguno del autor y asesino