LA PLUMA
Acto tercero “hasta los huesos”
Cain Des Tennebres
El mundo y su hedor pestilente a hipocresía
Han calado profundo en la mente del Poeta
Orillándolo a nuevas formas de inspiración
“el malhechor siempre escribirá poesía”
“mas debemos encontrar inspiración en otra silueta”
Se dice al llamar de la víctima la atención
“acércate querida, ayuda a este pobre “
Extiende su mano hacia una bella jovencita
“no me apetece el cuchillo sino los golpes”
A veces es cruel el destino del que bien obre
Puesto que la niña camina a la muerte, a su cita
“tranquila en segundos cambiaran los papeles”
Con engaños llevo a tan ingenua alma a su perdición
“ ¿esta usted bien señor?” esbozó su ultima sonrisa
“es solo un viejo dolor” dijo mientras se sentaba
Ya en el suelo encontró el arma de aniquilación
Ella sonreía aun por eso no vio la fiereza maciza
Noto el dolor del arma mientras su rostro desangraba
La sangre salpico nuevamente el rostro del poeta
Otra vez el placer le penetró hasta los huesos
Mientras la pequeña retorcía su débil cuerpo en agonía
Ahogo sus gritos de un golpe como un atleta
“que tierna mirada agónica derrite en esos ojos
Ensangrentados y deliciosos, deben saber a ambrosía”
Sin dudar y en hórrido estado de excitación
Le arranco los ojos para engullirlos aun en vida
Saboreo con gusto y placer los pequeños bocados
“más, más, más” grita su alma con emoción
“no podemos detenernos aquí, hay más comida”
Mastico y mascullo y los otros quedaron hartados
No se dio cuenta pero la noche había pasado
Y al amanecer el poeta lamia los huesos últimos
de la sabrosa y pequeña vida arrebatada
Conservo para para si el rostro desfigurado
“ella ha inspirado aún más que los otros restos”
“Ahora toca escribir sobre amor y una tierra encantada”
Le dio un tierno y agradecido beso a la frente destrozada
Y la guardo en una bolsa junto a su anterior victima
Los fantasmas del dolor hechos amor