Extraña producción donde las haya, nacida sin duda para el deleite de los fanáticos de la saga de “Muñeco diabólico”, de la que compone la quinta parte, pero que, sin embargo, no renuncia a intentar atraer a un público más general con la adición de unos colores mucho más vivos, menos oscura y convertida en una comedia casi paródica de la saga. El hecho de que Universal no quisiera saber nada de la cinta tras ver el guion y se la cediera a su filial Rogue Pictures no auguraba nada bueno..
Cuenta “La semilla de Chucky” la atribulada vida del hijo del muñeco del demonio. No conociendo su origen, es explotado por un ventrílocuo inglés y satánico, que lo humilla constantemente y desprecia porque, a pesar de parecer el hijo de Marilyn Manson y Avril Lavigne, el chaval tiene buen corazón. Televisión mediante, el crío ve una imagen de sus padres y se entera de que una película sobre ellos está en marcha, protagonizada por Jennifer Tilly. Se lía la manta a la cabeza y aparece en Hollywood para resucitar a sus padres, matar a todo el mundo que pueda, sobrevivir a los conflictos familiares típicos de una familia de no-muertos resucitados mediante vudú en forma de engendros plásticos (esto último podría recordar a un capítulo de “Los Osbournes”) y resolver las dudas de identidad sexual que todo muñeco andrógino tiene.
Un nuevo «flujo» de terror.
Así es la historia. Está enfocada desde el esperpento y la auto parodia, cosa que supongo que deleitará y enfadará a partes iguales a los más acérrimos seguidores de la saga. El lado esperpéntico lo fomentan, por un lado, hechos como la aparición de Jennifer Tilly interpretándose a sí misma e interpretando a la novia de Chucky (Brad Dourif), en la película que se rueda dentro de la película Chucky Goes Psycho (que gracias a la serie, se hará canon dentro del universo Chucky), a la vez que pone voz a la muñeca de esta película. Parece confuso, pero no lo es tanto. Luego ayuda también el hecho de que aparezca John Waters, más en un cameo que en otra cosa, cuyo aspecto es esperpéntico de por sí. El lado paródico está sustentado sobre las bases de un argumento y unas situaciones nada serias, con una pareja de asesinos del más allá discutiendo como orientar su vida familiar y similares, junto con continuas referencias y parodias de películas ya clásicas, como “El resplandor” o “Glenn or Glenda”.
Los actores están al nivel que se les exige: son capaces de dar réplica a tres muñecos de plástico en cuya animación tampoco es que se haya volcado mucho esfuerzo y es que a partir de Seed, Kevin Yagher ya no participó más en la saga y se nota mucho. Alterian, la empresa de Tony Gardner se ocupa desde entonces de los efectos y los muñecos de la franquicia y… bueno, que decir. El diseño cicatrizado de Chucky es muy diferente, mientras que en Bride, teníamos pieles de muñeco que parecía piel real, y eran muy realistas, aquí se ven mucho más de plástico y falsos, además de un ligero rediseño de Chucky. Pero quien más sufre este cambio, y a peor, es Tiff, con la excusa de que una productora de Hollywood reconstruye los muñecos destrozados encontrados en el cementerio de la película anterior, tenemos un diseño para ella muy diferente e inferior a la Tiff de Bride, a la que además le quitan detalles como la chaqueta de cuero que solo se puede ver al final, o cambian el collar que pone Tiff por otro de cuero. Glen/Glenda (Billy Boyd) es feo/fea. Nada que ver con el precioso bebe ensangrentado y parecido a Chucky que veíamos al final de la anterior entrega. Aquí se opta por hacerlo bastante diferente y no funciona.
Como tampoco funciona el carácter del muñeco. Si bien todos pensábamos que en la película íbamos a ver como la familia mata unida para encontrar cuerpos humanos, nos encontramos ante un muñeco que, no sabe de donde viene, no le gusta matar, y no sabe si es chica, chico, o ambos. Dudas que se van resolviendo mal durante el film y que no tiene mucho sentido. Yo siempre he pensado que Tiff iba a tener gemelos, y que en la escena de Bride en la que Chucky le clava un cuchillo en el cementerio, (y que se ve como cuajo en la punta del cuchillo), había matado a uno, y el alma de ese, paso al alma de otro, creando así a Glen y Glenda dentro de un mismo cuerpo. Esto explicaría por qué ambos son tan diferentes. Porque una cosa es que el personaje se sienta hombre o mujer, y otra, es que cuando se siente hombre, es bueno, tenga un carácter tímido, y no quiera matar, pero cuando es mujer, sea malvada, con un carácter extrovertido, contestona, y adore matar. Esos cambios denotan que son dos personas diferentes en un mismo cuerpo y creo que así se puede ver al final, cuando cada uno es transferido a un bebe chico y una bebe chica. Eso sí, en la serie, vuelven a destrozar el canon con ellos.
Nominada a Mejor Película en el 37 Festival Internacional de Cinema de Catalunya – Sitges en 2004.
Mención especial a Jennifer Tilly y a Redman que logran meterse en el papel de manera sublime, lo que demuestra, por un lado, una magnífica dirección de actores y por otro un ojo avizor a la hora del casting. Nadie como ellos podría haber dado vida a Jennifer Tilly y Redman en la ficción, al fin y al cabo, hacen de sí mismos.
Pino Donaggio realiza la banda sonora de esta película, y curiosamente, es lo mejor del film, tiene una gran partitura que funciona perfectamente con el estilo y el enfoque cómico de la película. Como olvidar esa intro llenando la pantalla del esperma de Chucky…
En fin, una película de género indefinido que gustará a los fanáticos, amada por unos, odiada por otros, y que, con el tiempo, se ha convertido en una película de culto y es alabada contantemente por el colectivo LGTBIQ+ por la gran representación que significó Glen/Glenda en aquel momento. Además, una cosa quedo clara, y es que a partir de aquí, Chucky comenzó con el gore, y es que en esta entrega, a pesar de ser una comedia más que terror, teníamos las muertes más explicitas hasta la fecha, algo que, por suerte, se ha quedado en la saga para siempre. Recomendada para bajitos con mala leche, la película consiguió que Chucky fuera encerrado en un cajón durante 9 años.
NOTA: ★★½ (5/10)
No es mi favorita, pero lo fue alguna vez jejeje por eso siempre la disfruto.