Ambientada un año después de los eventos de Hell House LLC II (2018), el hotel está a punto de ser demolido cuando el multimillonario Russell Wynn (Gabriel Chytry) lo compra como el nuevo hogar de su popular programa interactivo, Insomnia. Invita a la periodista Venessa Sheppard (Elizabeth Vermilyea) y a su equipo a registrar todo lo que sucede dentro del hotel antes de la presentación, pero pronto se encuentran con una trama que no funciona del todo, Stephen Cognetti vuelve a Hell House como escritor y director; Sin embargo, podemos determinar que es la película más floja de la franquicia.

La película tiene una calificación del 14% en Rotten Tomatoes, según 7 reseñas.

Si bien la película original era un muy buen found footage y su secuela una decente continuación, esta tercera parte es un gran bluf y un gran traspié en la saga. Si en la anterior entrega la actuación llegaba ser un poco floja, en esta realmente no funciona o llega a ser bastante inverosímil a lo que esta sucediendo en pantalla. La trama llega a ser en ocasiones un poco confusa, la saga fue planeada como trilogía, pero si se llega a sentir un poco apresurada la trama debido a varios cabos sueltos que no logran tener sentido del todo y que hubiera sido mucho mejor permitir conocer más acerca de la historia con mayor tiempo y menos respuestas que dejan más dudas.

En ocasiones puede existir comedia involuntaria, con sus situaciones, actuaciones, efectos que no van con el tono que se ha marcado desde la primera entrega, llega a parecer que no tenían mucho que contar en esta entrega, es decir, en la primera mitad está entretenida, pero mezcla la historia actual con flashbacks usando imágenes de la primera y segunda para añadir contenido y rellenar minutos, por eso, parece que no sabían mucho que trama desarrollar. Debido a esto, parece que se olvidan de que es una película de terror, pues hay pocos momentos de tensión o miedo. Al menos, la trilogía esta muy unificada.

Film School Rejects criticó la película y afirmó que era «un intento ambicioso de cerrar una trilogía de terror, pero por mucho que sea un logro que vale la pena celebrar, el resultado final es una desafortunada decepción. Aún así, los fanáticos de los dos primeros, o Incluso el primero, podría encontrar un cierre que valga la pena.

Como punto positivo son las apariciones del payaso, realmente es espeluznante y sin duda lo mejor de esta entrega. La historia en sí, «le falta bax» y en ocasiones llega a ser un poco cursi.

Sin duda, no es un final a la altura de lo que se presentó en la primera entrega. Es una pena, porque realmente iban por buen camino, pero aquí, no sé que les ocurrió